DECLARADA ENTIDAD DE UTILIDAD PUBLICA MUNICIPAL

martes, 28 de octubre de 2014

Tinnitus ( Zumbidos en los Oídos)






Tinnitus es el término médico para el hecho de "escuchar" ruidos en los oídos cuando no hay una fuente sonora externa.

Los sonidos que uno escucha pueden ser suaves o fuertes y pueden sonar como como silbido, soplo, rugido, zumbido, sibilancia, susurro o chirrido. Uno incluso puede pensar que está escuchando el escape del aire, agua corriendo, el interior de una concha marina o notas musicales.


Consideraciones

El tinnitus es común. Casi toda persona experimenta una forma leve de tinnitus de vez en cuando que dura sólo unos cuantos minutos. Sin embargo, el tinnitus constante o recurrente es estresante y puede dificultar el hecho de concentrarse o dormir.


Causas

No se sabe con certeza lo que hace que una persona "escuche" sonidos cuando no hay una fuente sonora externa. Sin embargo, el tinnitus puede ser un síntoma de casi cualquier problema auditivo, como:

  • Infecciones del oído
  • Cuerpos extraños o cerumen en el oído
  • Hipoacusia por ruidos fuertes
  • Enfermedad de Meniere, un trastorno del oído interno que involucra hipoacusia y vértigo.

El consumo de alcohol, cafeína, antibióticos, ácido acetilsalicílico (aspirin) y otros fármacos también puede causar ruidos en los oídos.

El tinnitus puede presentarse con hipoacusia. Algunas veces, es un signo de presión arterial alta, una alergia oanemia. En raras ocasiones, el tinnitus es signo de un problema serio, como un tumor o un aneurisma.


Cuidados en el hogar

El tinnitus se puede enmascarar con otros sonidos:

  • La música a bajo volumen, el tictac de los relojes u otros ruidos pueden ayudar a que usted no note el tinnitus.
  • El tinnitus a menudo se nota más al ir a la cama en la noche, dado que los alrededores están más silenciosos. Cualquier sonido en el cuarto, como un humidificador, una máquina que produce ruidos uniformes, o un lavaplatos, puede ayudar a enmascarar el tinnitus y hacerlo menos irritante.

Aprenda algunas formas de relajarse. El estrés no causa tinnitus, pero sentirse estresado o ansioso puede empeorarlo.

Evite la cafeína, el alcohol y el tabaco.

Descanse lo suficiente. Trate de dormir con la cabeza levantada en una posición elevada. 

Esto disminuye la congestión en la cabeza y los ruidos pueden tornarse menos notorios.

Protéjase los oídos y la audición de un daño mayor. Evite los lugares y sonidos estridentes. 

Use tapones para el oído si los necesita.

Cuándo contactar a un profesional médico

Consulte con el médico o el personal de enfermería si:

  • Los ruidos en los oídos comienzan después de un traumatismo craneal.
  • Los ruidos se presentan con otros síntomas inexplicables como mareo, sensación de pérdida del equilibrio, náuseas o vómitos.
  • Se presentan ruidos auditivos inexplicables que son molestos para usted incluso después de aplicar las medidas de autoayuda.
  • El ruido se da sólo en un oído y continúa por varias semanas o más tiempo.

Lo que se puede esperar en el consultorio médico


Se pueden hacer los siguientes exámenes:

  • Audiología/audiometría para evaluar la hipoacusia
  • Tomografía computarizada de la cabeza
  • Resonancia magnética de la cabeza
  • Estudios vasculares (angiografía)

TRATAMIENTOS


Si el médico puede determinar la causa, entonces el hecho de solucionar el problema (por ejemplo, retirar la cera del oído) puede hacer que los síntomas desaparezcan.

Revise con su médico todos sus medicamentos actuales, incluso fármacos de venta libre, vitaminas y suplementos. No deje de tomar ningún medicamento sin consultar primero con el médico.

Se han usado muchos medicamentos para aliviar los síntomas de tinnitus, pero no todos los fármacos funcionan para todas las personas.


Fuente: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/003043.htm

martes, 21 de octubre de 2014

LOS MAREOS Y EL VÉRTIGO EN FIBROMIALGIA


“Tengo fibromialgia desde hace años y tengo un montón de episodios de vértigo, y es peor cuando me agacho, salgo de la cama, me ato los zapatos o cambio de posición al estar acostada. Siento que la habitación da vueltas alrededor”
 
“Padezco fibromialgia y he estado tendiendo problemas de mareos durante años, sobre todo cuando estoy trabajando en mi oficina y está funcionando el aire acondicionado. La cafeína también es un disparador de mareos. Cuando me mareo me siento muy frágil y mi visión se ve afectada”
 
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La fibromialgia es una enfermedad con múltiples síntomas, sin embargo, uno  de los que menos se habla son los mareos.
 
Se calcula que más de dos tercios de las personas con fibromialgia sufren mareos regulares.
 
No todas las personas con fibromialgia sienten los mareos de la misma manera, algunos presentan vértigo, otros desequilibrio y otros sensación de desmayo. Algunos los perciben solo durante unos instantes y otros durante mucho tiempo.
 
El vértigo da una sensación de estar girando o dando vueltas. Cuando las personas están teniendo vértigo y se mueven, pueden empeorar los síntomas sintiendo náuseas, vómito y desequilibrio. Generalmente se presentan episodios de vértigo después de un cambio de la colocación de la cabeza (como al cambiar de posición en la cama).
 
El desequilibrio o inestabilidad nos hace sentir como si estuviéramos fuera de balance, esto puede hacer que caminemos de manera irregular o incluso que lleguemos a caer. Este problema se atribuye sobre todo a una mala visión o mala coordinación en el cuerpo.
 
La sensación de desmayo hace sentir que en cualquier momento vamos a desvanecer. Generalmente se produce al ponernos de pie después de estar sentados por mucho tiempo. Puede hacer que tengamos la visión borrosa o tengamos “apagones” repentinos de la visión. Este tipo de mareos casi siempre es causado por la falta de flujo sanguíneo al cerebro.
 
Cualquiera de estos tres tipos de mareo puede acompañarse de dolor de cabeza, sudoración, escalofríos y problemas auditivos.
 

¿POR QUÉ OCURRE?
 
El mareo es una condición común que puede ocurrirle a cualquier persona y no sólo a aquellas que tienen fibromialgia.
 
Nuestro cuerpo posee un sistema complejo que tiene la finalidad de mantenernos en equilibrio, para ello nuestro cerebro combina mensajes recibidos por el oído interno, ojos, piel y músculos.
 
Los mareos pueden ocurre cuando nuestro cerebro recibe mensajes mixtos de nuestro “sistema” de equilibrio, es decir, de los ojos, los oídos, etc. Cuando esto ocurre, nuestro cerebro no se siente equilibrado en el espacio y se puede percibir náuseas y mareos.
 
Otras posibles causas de vértigo y mareo pueden ser la inflamación del oído interno, la enfermedad de Meniere (exceso de líquido en el oído interno), migrañas, neuroma acústico (un tumor benigno en el nervio vestibular), accidente cerebrovascular, hemorragias cerebrales y esclerosis múltiple.

 

 ¿CUÁL ES LA RELACIÓN ENTRE LOS MAREOS Y LA FIBROMIALGIA?
 
El mareo es un síntoma reportado por muchos pacientes con fibromialgia, sin embargo, a la fecha no existen investigaciones contundentes que nos ayuden a comprender su relación completamente.
 
Los expertos creen que las razones de los mareos en fibromialgia pueden estar asociadas un problema que presentan algunas personas con fibromialgia, llamado“hipotensión mediada neuralmente” (HNM).
 
La HNM se caracteriza por descensos importantes de la presión sanguínea, sobre todo cuando las personas se ponen de pie, lo que hace que las personas que la padecen no se puedan mantener en posición vertical por mucho tiempo (especialmente en entornos muy calurosos), propicia mareo, debilidad, sudoración e incluso desmayos y caídas.
 
Otro de los problemas que puede presentarse en las personas con Fibromialgia es el Síndrome de taquicardia ortostática postural (POTS), que consiste en el incremento de la frecuencia cardiaca tras cambiar de una posición supina (boca arriba) a vertical. Esta respuesta cardiaca puede acompañarse de una disminución de la presión arterial, lo que puede provocar una sensación de mareo.
 
Otra posible explicación es porque las personas con fibromialgia suelen presentar problemas en los ojos: visión borrosa, doble o cambiante, cuestiones que pueden conducir a la confusión visual en la realización de algunas actividades como leer y provocar cierto mareo.
 
El hecho de padecer debilidad muscular o tener puntos hipersensibles en el cuello o problemas en la articulación temporomaxilar, también pueden ser causa de desequilibrio y vértigo.
 
Es muy importante entender que, en sentido estricto, la fibromialgia y los mareos no tienen una relación causa y efecto; por esta razón es muy importante que si tienes fibromialgia y presentas mareos muy regularmente, consultes a tu médico para que determine el tipo de mareo que padeces.
 
Como lo puedes ver, existen muchas razones por las que puedes presentar mareos y cada una debe ser tratada de manera diferente.

 
¿Y tú sientes mareos a raíz de tu fibromialgia? ¿Cómo son? ¿Cómo resuelves este problema?
 
Fuentes: http://bit.ly/1cX1GOv, http://bit.ly/W6wJ2M, 

Carta a los pacientes y profesionales del Doctor Pablo Arnold LLamosas

12 Mar 14 - 23:40
Carta a los pacientes y profesionales del Doctor Pablo Arnold LLamosas ante la reciente afirmación del Hospital Clínic sobre la posibilidad de "psicopatología grave" en los afectados de SFC/EM y SQM

La reciente afirmación del Hospital Clínic sobre la posibilidad de una “psicopatología grave” con implicación en la causa de los síndromes de sensibilización central, me lleva a expresarme ante pacientes y compañeros.

A mi juicio, con una redacción ambigua, se deja caer el peso de lo válido en la fatiga crónica, restándoselo –sin decirlo- a la sensibilidad química, amputando la complejidad de una entidad –la sensibilización central- que ha dado sobradas muestras de ser la misma. Del mismo modo, considero que se tergiversa el trabajo original de otros autores dedicados a los trastornos somatomorfos, para cargar finalmente validez -mediante razonamientos estadísticos- a un conjunto de síntomas para los que existen muchas explicaciones ligadas a causas diferentes, presentándolos como entidades inmutables en sí mismas, para terminar avalando una “posibilidad” imposible de ser dicha en términos generales para casi la totalidad de los pacientes, lo cual es en sí perverso en tanto inobjetable –pero dañino- como excepción extrema, en un contexto donde la mayoría de las personas están siendo marginadas por tratárselas de tener enfermedades que no existen.

El trabajo es a mi juicio sesgado, parte de presupuestos incorrectos que ni siquiera se expresan claramente y en fin, además de una discusión teórica médica, debería ser objeto de un análisis epistemológico exhaustivo.

No puedo afirmar ninguna cosa sobre la intención de los autores. Por otro lado, sus conclusiones sólo pueden ocurrir en un marco público del que no son responsables, salvo en el pequeño acto de aceptación que implican.

No trato de iniciar una discusión sobre este trabajo que lo único que hace, es poner de manifiesto que existe una situación de desconocimiento, comodidad y agresión, que es de la que todos deberíamos estar hablando.

Por más de veinte años he visto como marginaban a las personas que sufren diciéndoles una y otra vez que están “locos”, lo cual no significa nada en sí mismo y sólo sirve para atenderlos rápida y sintomáticamente, priorizando lo económico en lugar de lo humano.

Simplemente no es posible implicar una “psicopatología grave” en la etiología de estos casos, porque a lo largo de décadas y miles de pacientes vistos por nosotros e innumerables psiquiatras, no existía tal cosa y en cambio, hemos ido descubriendo juntos que la sensibilidad química, la fatiga crónica y la fibromialgia, formaban parte de un mismo árbol del que eran ramas con diferente manifestación.

Yo mismo descubrí que existía la sensibilidad química, cuando tras años de observación y seguimiento constaté que mis pacientes con fatiga crónica, mejoraban con la evitación de xenobióticos y por supuesto, la posibilidad de una psicopatología grave estaba en todos ellos descartada.

Los pacientes desarrollan síntomas reactivos e intensos –independientemente de cual sea su estado psicológico previo- porque comprenden lentamente que son víctimas de una situación global de agresión biológica, química y simbólica de la que difícilmente podrán salir.

Sabemos que la agresión biológica, química y simbólica que media la actividad cortical puede generar cambios como el kindling y la pérdida inducida de tolerancia en las áreas rinencefálicas, así como cambios en poblaciones linfocitarias concretas y procesos como los de la segunda señal en el sistema inmune, que para todo concepto es como otro “cerebro” que funciona solidariamente con el neuronal.

Sabemos que la reunión de síntomas que tienen distintas causas posibles, hace que la personalidad del proceso patológico sea difícil de ver.

Los pacientes se sienten otra persona porque los sistemas que definen constantemente su identidad orgánica, están alterados; más uno o más otro, pero siempre ambos sistemas.

Los pacientes están marginados, porque “esa otra” persona, no tiene cabida en el mundo tal cual lo conocían hasta antes de enfermar. Ese mundo niega su existencia y las causas que la generan, favoreciendo por otro lado la mutación de los agentes biológicos, la polución química y el estrés, cuya combinación compleja y continuamente cambiante es el único proceso que puede explicar tal cambio y al día de hoy, no cuenta con los modelos teóricos de Complejidad adecuados.

¿Cómo juzgar en este contexto de total indefensión, la aparición de síntomas en un test, para dejar siquiera caer la posibilidad de que muchas lógicas consecuencias psicológicas reactivas, sean en modo alguno causa de esta situación patológica, atravesada por un marco social de duras características perversas?

Se imponen, creo, algunas consideraciones fundamentales y un llamado a los médicos de primera línea.

Sobre todo para ellos, afirmar desde mi total convencimiento que la Sensibilización Central es un proceso complejo, en el sentido de perteneciente al campo de la Complejidad.

No “complicado” sino multidimensional; plagado de simultaneidades provenientes de órganos y sistemas que se alteran por el cambio de la regulación central neuroinmune.

Los signos y síntomas se presentan en apariencia aleatoriamente y sólo cobran sentido y detentan una correcta relación de causa-efecto, mediante el saber profundo.

El saber profundo es mucho más que el conocimiento racional, al que incluye. Agrega la percepción del movimiento global del proceso patológico, que sólo es posible lograr a través de la empatía con el paciente y el acompañamiento.

Mi experiencia con miles de pacientes, me permite afirmar que son necesarias muchas horas de charla -repartidas entre las consultas presenciales y los llamados telefónicos- para que una persona recién llegada al tema haga ese cambio en su saber profundo y comprenda el tipo de situación a la que se enfrenta.

Esto es importante y deberíamos tenerlo en cuenta tanto los médicos como los pacientes.

El cambio en el saber, no significa comprender mejor racionalmente, sino interiorizar y seguir el movimiento de los cambios multidimensionales que implican estos síndromes.

Podría hacerse la analogía entre lo que sería comprender la explicación de cómo navegar y el tener el saber que habilita a una correcta navegación.

El mar o el río son sistemas complejos y la realidad del paciente “se navega” como un barco los navega a ellos; en el caso clínico a través del tiempo, el relato y los exámenes complementarios correctamente contextualizados.

La función de un terapeuta es ayudar a que el paciente salga del nudo existencial que plantea la enfermedad y encuentre su propio devenir en las también complejas relaciones con el mundo.

Vale aclararlo, porque si no existe un correcto y empático acompañamiento, no es posible cumplir con esa función cuando nos encontramos ante este tipo de cuestiones teóricas.

Existe una situación perversa que hace de los pacientes con sensibilización central verdaderas víctimas de una estructura de relaciones sociales donde es banalizado su sufrimiento y no es reconocida su nueva condición.

La proliferación de estudios científicos que intentan aportar datos sobre aspectos particulares o generales de la sensibilización central, tienen en el mejor de los casos algún beneficio técnico, que no llega jamás a corregir la situación global ética de la que estoy hablando.

Más aún, es en el marco de esta situación que son posibles estudios inobjetables desde el punto de vista del Método Científico, referidos por ejemplo a la causa o los aspectos psicológicos de estos síndromes, que desvían muchas veces la atención sobre la dinámica global perversa a la que hago referencia y validan inadvertidamente un seguimiento rápido y sintomático, que sirve en última instancia a razones económicas que prevalecen sobre las humanas.

Estos estudios, como por supuesto los cuestionables, discurren sin mayor objeción dentro de la comunidad científica y la sociedad entera, porque no se salen de ese otro esquema mayor, global, perverso.

Aceptamos durante años tropezar con consultas donde se nos dice que estas enfermedades no existen, o que estamos locos, o en los mejores casos se nos da un diagnóstico, pero se nos deja librados a nuestra suerte.

Luego, cuando en la impunidad de esta situación ocurren contradicciones en lo científico, protestamos, como si arreglando lo técnico se arreglase la situación general.

Tenemos miedo. Y no es en vano. Sabemos que seremos castigados y hasta los mismos a los que pretendemos ayudar, es muy posible que se pongan en nuestra contraPorque el castigo social es grande y puede empujar ese estado de marginación a uno de exclusión total en cualquier momento.

Para que el sufrimiento quepa en la lógica económica, basta con ofrecer algo aunque no solucione el problema y esperar a que esa persona que deambula una y otra vez por las consultas, vuelva.

Los síndromes de sensibilización central existen y no son “psicológicos”; no más que cualquier otra enfermedad. Lo que algunos pretenden validar como “causa” de tipo psicológico, no es más que la tergiversación del significado de los lógicos síntomas que ante la agresión simbólica de su no-reconocimiento, desarrollan estos pacientes.

Más aún, como una matriz que lo penetra todo, los elementos de orden tangible –no ya esta disposición de lugares que vengo denominando como perversa- como los químicos –sobre todo xenobióticos- y distintos agentes biológicos, forman parte de un brutal golpe que la sociedad entera ha recibido en forma de polución química, biológica y de exigencias distresantes de nuevos modelos culturales que se han globalizado.

Que estos síndromes se mantengan bajo la denominación de “psicológicos” o “de causa desconocida” sirve en última instancia a nuestras consultas.

Las privadas, porque estando las cosas de este modo, podemos calificar la patología como “más allá de nuestro alcance” y crear así una “consulta crónica” –en el sentido de consulta continuada.

A las estatales, porque el Estado elude la responsabilidad de tener que lidiar con corporaciones, intentando mantener una imagen inobjetable ante la opinión pública, con atenciones rápidas y basadas en la evidencia.

Escasas personas buscan nuevos modelos que den cuenta de la Complejidad, única manera de someter al Método Científico esta problemática.

Mientras tanto, la patología no se resuelve y la humanidad del paciente es triturada y arrojada fuera del sistema.

Hago un llamado a los médicos de Atención Primaria. La atención de estos pacientes es posible en las estructuras que tan bien conozco y hasta con los tiempos irracionales que nos imponen desde las instituciones, a través del Equipo que forman médico, enfermero, psicólogo y asistente social.

Los síndromes de sensibilización central no son de causa desconocida. Son generados por agresiones conocidas en el sistema nervioso y el sistema inmunológico.

Existe abundante literatura científica que lo demuestra, tanto o más que la que existe para otras patologías que nadie cuestiona. Cuentan con mi colaboración en todo lo que posibilite mi experiencia.

Son ustedes quienes ven primero a los pacientes y quienes no dependen de su visita particular para seguir subsistiendo.

Sé que están sobrecargados y que apenas pueden llevar las patologías clásicas, pero adentrarse en los síndromes de sensibilidad central alivianará su trabajo en vez de aumentarlo.

La razón es importantísima: estos síndromes tocan la gran mayoría de las patologías que tratamos.

La tríada de fatiga crónica, fibromialgia y sensibilidad química, nos ha permitido comprender cuestiones que exceden con mucho sus campos, extendiendo nuestras posibilidades a la casi totalidad de la patología que tratamos.

Un quiebre energético con características especiales, la concurrencia de la tergiversación de los estímulos normales y la disarmonía en el funcionamiento neuronal e inmune, fue haciéndose claro en las otras patologías –por cierto frecuentes acompañantes- y a todos los dedicados al tema, nos introdujo en muchas otras enfermedades hormonales, inmunológicas, endócrino-metabólicas, digestivas, respiratorias y del sistema nervioso, que cobraron finalmente un sentido característicamente unificado, que tiene correlato con el cambio regulatorio central neuroinmune.

Estos síndromes nos están avisando de una situación que debe cambiarse. Comprenderlos y tratarlos correctamente, nos ayudará a tratar todo el resto de las enfermedades, mejorando la calidad de vida de los enfermos y produciendo un verdadero ahorro económico que además de reducir costos, lleve a un mejoramiento ético.

Las unidades y consultas especializadas deberían estar transmitiendo las cosas aprendidas al área de Atención Primaria.

Sólo ustedes están en condiciones de escapar a estas razones que operan más allá de lo explícito y son las que realmente sustentan el modelo actual de atención.

Los pacientes confían en nosotros y está en nuestras manos cambiar las cosas.

Dr. Pablo Arnold Llamosas


Marzo del 2014

Pie de foto
Dr. Pablo Arnold Llamosas Inmunólogo y Especialista en SSC

lunes, 20 de octubre de 2014

SÍNTOMAS Y REMEDIOS CASEROS PARA LA FIBROMIALGIA


La fibromialgia es una enfermedad reumática crónica caracterizada por dolores musculares crónicos que no tienen causa física obvia.

Normalmente afecta a la parte baja de la espalda, el cuello, los hombros, la parte posterior de la cabeza, la parte superior del pecho, pero puede presentarse en cualquier parte del cuerpo.

El dolor y la rigidez son más agudos por las mañanas y suelen estar acompañados de dolor de cabeza, ansiedad, palpitaciones, falta de memoria, ojos y boca secas, una sensación extraña en la piel, insomnio y síndrome del colon irritable.

SÍNTOMAS Y REMEDIOS CASEROS PARA LA FIBROMIALGIA


Remedios Caseros: 

1. Para potenciar la respuesta inmune, recomendable mezclar Maca y Echinácea. Tenga la precaución de no consumir echinacea con intervalo de 2 semanas, es decir tomarla durante 2 semanas y luego descansar 2 semanas y volver a tomar. La maca también resulta ser un excelente energizante y revitalizante del cerebro.

2. Las infusiones de Bardana (Arctium lappa L.), Diente de león (Taraxacum officinale W.) y Trébol americano (Lespedeza capitata Michx.) ayudan a limpiar el torrente sanguíneo y potencian el sistema inmunológico. Para hacer una infusión ponga 15g de diente de león, 10g de bardana y 5g de trébol en medio litro de agua. Hierva durante 8 minutos y deje reposar otros dos o tres minutos. Filtre y tome 2 tazas al día.

3. El regaliz (Glycyrrhiza glabra L.) respalda el sistema glandular. Precaución: la sobre dosis de regaliz, puede elevar la presión arterial. No tome esta planta más de 7 días seguidos o si sufre de hipertensión. Para hacerse una infusión vierta en una taza de agua hirviendo una cucharadita de la planta seca. Deje reposar 3 minutos y cuele. Tome 1 taza al día.

4. Para proteger el hígado le recomendamos extracto de cardo mariano (Silybum marianum L.). En un vaso de agua o zumo vierta de 15 a 20 gotas del extracto, y tómelo un par de veces al día. Lo podrá encontrar en Herbolarios.

Remedios Populares: 

1. Una planta que tiene un efecto muy beneficioso sobre el sistema circulatorio es el Ginkgo biloba (Ginkgo biloba L.). Este árbol con al menos 200 millones de años, se encuentra en muchos jardines de templos del Lejano Oriente. Actúa positivamente sobre el sistema cardiovascular y como estimulante de la circulación periférica
.
2. Una infusión de Valeriana le ayudará a conciliar el sueño.Remedios con aromaterapia:

La aromaterapia hasta el momento no puede ofrecerles remedios para paliar sus síntomas.

Remedios con homeopatía: 

La homeopatía tampoco puede ofrecerles hasta el momento algún remedio que le ayude a paliar sus síntomas. Le recomendamos una consulta con un médico especializado.

Otros remedios:

1. Coenzima Q-10. 30-75 mg diarios. La coenzima Q-10 puede mejorar la oxigenación de los tejidos, potencia la efectividad del sistema nervioso, y protege el corazón.

2. Acidophilus. Tome lo indicado en la etiqueta del producto. La infección por Candida es común en personas que sufren fibromialgia. El Acidophilus repone las bacterias intestinales beneficiosas, destruidas por la Candida albicans.

3. Lecitina de soya. 1.200 mg diarios. La lecitina de soja promueve la energía, potencia la inmunidad, y puede ayudar a la función cerebral y a mejorar la circulación.

4. Ácido málico y magnesio. Tome lo indicado en la etiqueta del producto. Están relacionados con la producción de energía en muchas células del cuerpo, incluyendo también las células musculares. Son necesarios para el metabolismo de los azúcares.

5. Enzimas proteolíticas. Tome lo indicado en la etiqueta del producto. Las enzimas digestivas reducen la inflamación y mejorar la absorción de los alimentos, especialmente las proteínas, las cuales son necesarias para la reparación de los tejidos.

6. Vitamina A. 10.000 IU diarias. Es un potente luchador contra los radicales libres. Protege las células corporales y potencia la función inmune.

7. Vitamina E. 400 IU diarias. Es una vitamina con acción antioxidante muy potente. Lucha contra el efecto de los radicales libres. Protege las células corporales y potencia la función inmune.

8. Vitamina C con bioflavonoides. 1.000/200 mg diarios. La vitamina C junto con los bioflavonoides tiene una acción antiviral importante. Potencia, además los niveles de energía.

ALIMENTOS RECOMENDADOS: 

1.Verduras (excepto las mencionadas como alimentos prohibidos).

2. Frutas.
3. Cereales integrales (preferentemente mijo y arroz).
4. Frutos secos y semillas.
5. Pavo y pollo sin piel.
6. Pescados azules.

ALIMENTOS PROHIBIDOS: 

1. Alcohol.

2. Azúcar blanco.
3. Miel.
4. Fructosa.
5. Comidas procesadas.
6. Fritos y grasas.
7. Marisco.
8. Trigo y derivados.
9. Lácteos y derivados.
10. Pimientos verdes, berenjenas, tomates y patatas.

ALTERNATIVAS NATURALES

Tenga presente que la MACA es uno de los alimentos más consumidos a nivel mundial para aliviar este tipo de dolencias ya que sus componentes naturales reconstituyen la salud en aspectos diversos como por ejemplo la irrigación sanguínea, el fortalecimiento de musculatura y huesos, regulación del sistema endocrino y nutrición cerebral entre otros.

1. Maca (Lepidium Peruvianum)
2. Astrágalo (Astragalus membranaceous).
3. Equinácea (Echinacea angustifolia D.C.).
4. Bardana (Arctium lappa L.).

5. Diente de león (Taraxacum officinale W.).
6. Trébol americano (Lespedeza capitata Michx.).
7. Regaliz (Glycyrrhiza glabra L.).
8. Cardo mariano (Silybum marianum L.).

OTROS CONSEJOS: 

1. Mantenga una dieta bien balanceada consistente en un 50% de alimentos crudos y zumos frescos y hechos en casa de verduras y frutas.

2. Haga cuatro o cinco comidas diarias más ligeras al día, en lugar de tres comidas más cargadas. Su cuerpo necesita las proteínas y carbohidratos para conseguir una correcta función muscular. Si el cuerpo no tiene el suficiente combustible, tomará los nutrientes esenciales de los músculos, causando un gran desgaste en los mismos y dolor.

3. Beber gran cantidad de líquidos le ayudará a limpiar el cuerpo de toxinas. Lo más indicado es que tome agua mineral, infusiones y zumos de frutas y verduras frescas.

4. No consuma pimientos verdes, berenjenas, tomates y patatas. Estos alimentos contienen una sustancia llamada solanina, que interfiere con procesos enzimáticos, causando dolor y sensación de malestar.

5. No consuma carnes rojas, ni blancas, productos lácteos ni otros alimentos que contengan grasas saturadas. Las grasas saturadas aumentan los niveles de colesterol e interfiere con la circulación. Además promueven la respuesta inflamatoria y aumenta el dolor. Evite también las grasas y fritos, las comidas procesadas, el marisco, las harinas refinadas.

6. No consuma tampoco cafeína, alcohol y azúcar blanca (en este apartado también incluiremos la miel y la fructosa), ya que pueden causar fatiga, aumentar el dolor y perjudicar el descanso nocturno. Si usted consume estos alimentos habitualmente en su dieta, en cuanto los deje notará por un período corto de tiempo, que los síntomas empeoran. Después de esta fase, notará una mejoría notable.

7. Evite el trigo y alimentos que lo contengan, además de la levadura de cerveza, hasta que los síntomas mejoren.

8. Lleve un programa de ejercicio moderado. Un paseo diario seguido de ejercicios de estiramientos puede ser muy beneficioso. Tenga en cuenta que necesita algún tipo de ejercicio suave a diario. Todos los ejercicios enérgicos y agresivos están contraindicados para las personas que sufran esta patología. Si no realiza una actividad física comience a practicarla poco a poco y tenga cuidado de no agotarse.

9. Asegúrese de que descansa lo suficiente. Le recomendamos que duerma al menos ocho horas.

10. Por las mañanas tome un buen baño de agua caliente. Le aliviará los dolores y la rigidez, además de estimularle la circulación. También puede alternar el agua fría con la caliente.

Algunos consejos

Si debes permanecer sentado, levántate y pasea de vez en cuando.
Se puede aplicar calor en las zonas más dolorosas (con bolsa de agua caliente o esterilla)
Date una ducha o un baño con agua caliente al levantarte o antes de acostarte.
También es muy importante aprender a llevar tu propio ritmo, descansar con frecuencia y saber decir "no" a peticiones que no pueden cumplirse en días particularmente malos de afloro de la fibromialgia. Si hay compromisos que simplemente no pueden evitarse, se deberá descansar más, antes y después, para recuperarse mejor.
Aunque en teoría estas ideas parecen fáciles, muchas veces no es tan sencillo ponerlas en práctica.
Debemos tener en cuenta que, aunque inicialmente se presenten síntomas severos de fibromialgia, con descanso, ejercicio suave, calor local, tratamientos de fisioterapia, medicación y siguiendo una dieta sana, los síntomas pueden mejorar.
En cuanto a la dieta, puede ser beneficioso limitar el consumo de grasas animales, azúcar, chocolate, cafeína, y alcohol. Otras dietas, que promueven la eliminación de toxinas, requieren la ayuda de un experto en nutrición.

Terapias que te pueden ser de gran utilidad

La aplicación de Terapias Alternativas o Complementarias es una opción interesante para contrarrestar los trastornos ligados a la fibromialgia. Es importante que conozcamos no sólo los síntomas que se presentan, sino sobretodo, que existen alternativas eficaces de tratamiento como son los masajes, ejercicios de estiramientos, la sintergética, terapia craneosacral, reflexoterapia, quiropráctica, osteopatía y acupuntura, todas de gran utilidad en el tratamiento del dolor de origen musculoesquelético.

La práctica de relajación, y algún tipo de ejercicio ayudan a disminuir la angustia y la depresión, a menudo unidas a la fibromialgia.

Medicamentos más empleados

Los medicamentos que, con más frecuencia, recomiendan los médicos en el tratamiento de la fibromialgia son los analgésicos, antinflamatorios, antidepresivos, relajantes musculares y tranquilizantes.

Sales minerales alcalinas: sales de calcio, magnesio, sodio y potasio
Magnesio, por su acción en la musculatura
Vitaminas antioxidantes (A, E, C), minerales y aminoácidos antioxidantes (selenio, zinc, taurina). Coenzima Q10
Vitaminas B, refuerza el sistema nervioso
Lecitina (fosfatidilcolina), puede mejorar la función cerebral y la circulación
Acidos grasos esenciales (GLA y EPA), reducir el dolor y la inflamación y prevenir el síndrome premenstrual, ya que tanto el síndrome premenstrual como la menstruación suponen un agravamiento de los síntomas de la fibromialgia
Enzimas proteolíticas (pancreatina, papaína, bromelaína, amilasa, lipasa)
Triptófano, por la noche para mejorar el sueño al mismo tiempo que favorecemos la relajación de los músculos y ayudamos al cuerpo a no sentir dolor.


Fuente: http://vuestrolugarfavorito.